27 octubre, 2014

Controlar la ansiedad y el craving




Mi psicólogo le ha hecho reflexionar mucho a esta cabecita loca estos días, es un gran psicólogo y una gran persona. Sus terapias huelen a lavanda y a jazmín y tienen banda sonora, suenan a agua de manantial. Hablamos de películas, de música y de historia, hablamos de nosotros, de niños, de gente normal y de superhéroes. Sus sesiones parecen todas iguales, y a la vez cada una es extremadamente especial. Gracias por enseñarnos y ayudarnos tanto. Hoy si me permites voy a usar poquito tus enseñanzas y tus consejos para el blog, para que intentemos aprender todos a controlar la ansiedad y las emociones. Gracias F. 

 
Todos tengamos algún tipo de trastorno o no, tengamos algún tipo de adicción o no sufrimos a menudo situaciones de ansiedad o malestar emocional. Estas situaciones aparecen causadas por lo que se llaman situaciones disparadoras de ansiedad, pongamos una discusión, una mala noticia, una llamada inoportuna... En el caso de las adicciones, lo podemos comparar a las ganas de consumir, el llamado, craving. Eso provoca en nuestro cuerpo una reacción de activación rápida: palpitaciones, temblores o malestar general. Pongamos el caso de alguien que le tiene mucho miedo a las palomas. Si esa persona cuando hay una paloma en su camino siempre cruza de acera se dice que utiliza un escape (cruzar de acera), no afronta el problema, y nunca será capaz de superar esa situación de ansiedad. Si una persona con problemas de alcohol cuando le aparecen las ganas de consumir, no deja pasar el craving, y recurre a beberse una cerveza (escape), no será capaz de superar ese proceso de craving.
           
Que ocurría si nos tiramos al barro, si somos valientes y probamos a no recurrir al escape? Veamos:

¿Si le plantamos narices y respiramos por unos segundos y recurrimos a algún pensamiento o actividad alternativa y dejamos pasar esa situación de malestar que puede pasar? ¿Que nos convirtamos en sapo? ¿Que nos desintegremos? No. Esa situación es la que se desintegrará. Desaparecerá poco a poco, nada es eterno, no podemos mantenernos en esa situación de ansiedad extrema para siempre. Volveremos poco a poco a la situación de tranquilidad.

Si no hacemos el escape nos imaginamos que la ansiedad subirá hasta tal punto que nos desmayaremos, nos dará un infarto, nos volveremos, locos… En el caso de la paloma por ejemplo, si esa persona no cruza de acera si se para o sigue su camino y no recurre a cruzar, el malestar alcanzará un tope a partir del cual bajará progresivamente, siempre que no hagamos ningún escape.

Lo mismo ocurre en el caso de las adicciones, si dejamos pasar el craving y no recurrimos al escape, no consumimos, las ganas se pasaran progresivamente, y volveremos a la situación de normalidad o tranquilidad.

El afrontamiento repetido de la misma situación, es decir si hacemos este ejercicio de manera repetida, por ejemplo si la persona con miedo a las palomas, permanece en la misma acera y las pasa de manera repetida, varios días que se las encuentre, sin hacer ningún escape, sin cruzar a la otra acera, reducirá la reacción de ansiedad hasta niveles no problemáticos. 

Como dice F. y yo lo absorvo y repito, como cabecita surfista que soy,  las emociones son como las olas, lo que hay que hacer para superar los malos momentos, es surfear sobre ellas hasta que se rompen o desaparecen, no enfrentarse a ellas, donde siempre vas a salir perdiendo. 



Espero que os sea de ayuda, es un ejercicio sencillo, solo hay que respirar, y recurrir a algún pensamiento o actividad alternativa, es más sencillo de lo que parece. Os mando un beso y os deseo una feliz semana cabecitas locas.

1 comentario:


  1. Me ha gustado tu post. Yo con tu permiso lo extrapolo a los momentos impulso-obsesivos tan recurrentes en mi hija. Qué tiene que hacer cuando aparece uno? Según tu opinión, (más o menos, disculpa si me desvío o no te he comprendido del todo), mirarlo de frente, recurrir a pensamientos alternativos y dejar que baje poco a poco su intensidad. Si se hace, el nivel de ansiedad que provoca el impulso bajará a parámetros de normalidad, como los que puede tener cualquier otra persona. Estoy en lo cierto? Ante un pánico a las palomas nos quedamos por dónde pasan, no cruzamos de acera para que no haya un escape y nos realimente el pánico. Sí mi hija tiene un impulso obsesivo en la cabeza no ha de llevarlo a cabo porque supondrá un escape y el siguiente impulso obsesivo no tardará en aparecer, con las consecuencias que de todos ellos se derivan, tan disparatadas y la mayor parte de las veces tan dolorosas para ella y para quienes la queremos tanto.
    Y si ella no es tan aplicada, metódica y consecuente como tu y no lo hace? Que debemos hacer su familia? Dejarla que se autolesione? Porqué no querer avanzar en la recuperación de su enfermedad, es eso. Asumir todas las consecuencias, que de la ejecución del impuso obsesivo se deriven? Materiales, físicas, personales, familiares, económicas.... O dejar que las asuma ella.?
    Te agradezco tus post porque ando muy perdida.
    Por cierto el cuento último es muy bonito. A mi me falta en el final que la princesa Noche camine con los pies en el suelo, el corazón en la mano y la cabeza sana y serena para que no se vuelva a equivocar de camino ni de acompañantes.
    Te seguiré con mucha atención. Aprendo de cada cosa que dices, intento compartirlas con mi hija pero ella se resiste a bastantes de ellas. Pero la perseverancia es siempre la vencedora de todo lo que uno emprende, y yo me soy muy perseverante y luchadora y se que entre la bondad de mi hija, su inteligencia, mi perseverancia y el apoyo de todos acabara mirando de frente a los impulsos y no cruzará de acera.
    Un beso enorme.

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