¿Qué significa realmente ser Trastorno límite de la personalidad?
La palabra borderline significa en la línea, limítrofe, fronterizo. Como ya
muchos sabréis o por mis posts habréis deducido, las personas TLP nos movemos en
una constante línea límite, entre la responsabilidad y la inmadurez, entre el
sentido común y la irracionalidad, entre estar cuerdos y estar locos, entre el
amor y el odio, entre la tranquilidad y la desesperación, entre el control y el
más absoluto descontrol. Eso es ser borderline. Una incesante inestabilidad emocional,
relaciones interpersonales caóticas y continuos impulsos incontrolados.
Lo más duro de todo es la falta de comprensión por parte de la
gente que nos rodea. Como hacerles entender a los familiares o amigos algo que
ni siquiera tú mismo eres capaz de entender. Pueden intentarlo, pueden hacer un
esfuerzo, pero cuando todo se te va de las manos, cuando tus impulsos o tu ira
se apodera de ti, difícilmente alguien te puede entender. Es como estar
absolutamente solo en una habitación, es como gritar y gritar y que nadie te
oiga.
El hecho que a mi más me atormenta y no sé si a mis compañeros
borderline también les pasa, es el hecho de perder mis alas. Dejar de ser la
persona libre y descontrolada que era. Me angustia verme sin ellas, me
desestabiliza pensar que me las quieran quitar. Comprender como dice mi Querido
doctor A. que las alas con las que estamos acostumbrados a volar ya no sirven.
Que no podemos seguir volando a base de impulsos y malas decisiones porque
seguiremos estrellándome una y otra vez contra la misma piedra. Si queremos una
vida estable y ordenada, no hay que renunciar a las alas, pero hay que saberlas
cambiar, transformar en otra clase de alas, más seguras y duraderas.
¿Como podemos ejercitarnos para poder controlar los continuos
cambios de ánimos, los impulsos y los conflictos de personalidad? ¿Como podemos
hacer para que esa línea sobre la que vivimos en continuo equilibrio no nos
destroce?
Lo primero es empezar a distinguir y reconocer los impulsos. Solo
cuando aprendamos a reconocerlos con anterioridad, seremos capaz de evitarlos o
por lo menos controlarlos. Cuando tengamos que tomar una decisión, cuando
pensemos que necesitamos algo más que nada en el mundo o nos venga a la mente
una emoción incontrolada, debemos pararnos a pensar. Debemos pensar si esa
decisión, ese grito o esa actitud nos traerán consecuencias posteriores que nos
harán daño. Debemos parar y pensar si el resultado de nuestro comportamiento nos
perjudicará o perjudicará a cualquier otra persona.
Lo primero de todo como he dicho es saber reconocer que lo que nos
sobreviene es un impulso o una situación de descontrol.
Lo segundo que debemos hacer es dejar pasar el pico de la ansiedad.
Todo pasa, como ya dije una vez en el post como controlar la ansiedad, hay que
recurrir a la campana de Gauss. No podemos mantenernos en esa situación disparadora
para siempre así que si nos relajamos,
recurrimos a pensamientos alternativos y dejamos pasar el pico, seremos capaces
de tomar decisiones controladas.
Lo tercero que podemos hacer una vez tenemos el control es hacer
unos sencillos ejercicios. En un papel podemos plasmar los pros y los contras
de la decisión o situación, si grito a esa persona que consecuencias positivas
o negativas traerán o si cojo la maleta y me voy, o si dejo el trabajo, o si me
enfado con mi pareja… Otro ejercicio que a mi me es muy útil es pensar si es
una decisión que le recomendaría a una persona que quiero de verdad. Por ejemplo
si le recomendaría a mi hija llevar a cabo tal actitud. Y otro de los
ejercicios es recapacitar sobre si ese impulso lo tendría o lo llevaría a cabo
una persona que pensamos cuerda y racional.
Cualquier persona que no sea TLP puede pensar por la explicación
que esto es muy fácil pero mis cabecitas bordeline saben que tratándose de
nosotros el pararnos a pensar, controlar y hacer estos ejercicios puede
resultar extremadamente difícil cuando nos encontramos en medio de una crisis.
No lo aprenderemos en un día, ni en diez, es una carrera de fondo, y entrenando
poco a poco, se puede llegar muy lejos en nuestra enfermedad.
Tenemos que aprender a vivir de la manera más saludable posible,
por nosotros mismos, y por la gente que nos rodea. Porque seguir queriendo volar
con las alas rotas solo nos traerá frustración y desesperación, y estrellarnos
una y otra vez. Tenemos que dejar crecer alas nuevas, limpias y sanas.
Olvidarnos de pasado y solo mirando hacia delante, con calma, podremos ser
capaces de cambiar las cosas. Y de llegar a tener por fin el control de
nuestras vidas. Como dice mi querido Doctor, ¿estamos dispuestos a pagar el
precio del Cambio?
Para más información sobre trastorno límite de la personalidad, adicciones y patologías duales:
http://ivane-adicciones.com/transtorno-limite-de-la-personalidad/
Para más información sobre trastorno límite de la personalidad, adicciones y patologías duales:
http://ivane-adicciones.com/transtorno-limite-de-la-personalidad/
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