08 noviembre, 2014

Ser una madre trabajadora borderline y no morir en el intento




Me he criado en la más absoluta ausencia de responsabilidades, no puedo culpar a mi enfermedad por una vez, supongo que es en parte culpa de mis padres, en parte de la sociedad. Muchos de los jóvenes de mi generación son extremadamente inmaduros e irresponsables, caprichosos, impulsivos y consumistas, y sin necesidad de ser borderlines.

Meses antes de ser diagnosticada trastorno límite de la personalidad me diagnosticaron depresión, todo vino a causa de una depresión post-parto mal tratada o no tratada directamente. Vamos a empezar el cuento desde el principio.

De pequeña era la típica niña hiperactiva que se dedicaba a distraer a los demás, me llamaban la atención en todas las asignaturas, en todas las notas me llevaba de regalo la anotación de “charlatana, no deja atender a los demás”, pero siempre sacaba buenas notas. Más adelante, comenzaron los suspensos con las consiguientes anotaciones de: “no lo hace porque no quiere” o “es muy inteligente pero es vaga”. Pero a trancas y barrancas siempre aprobaba. En las asignaturas que me interesaban sacaba sobresalientes, en las que me parecían un coñazo suspendía, y así hasta hoy, que soy licenciada en derecho. 

 Desde que tengo 8 años, mis padres me mandaron fuera todos los veranos, de campamentos, a Francia, a Marbella, a Estados Unidos, cosa por la que hoy en día les estoy muy agradecida ya que hablo idiomas y tengo muchas aventuras y desventuras por contar. Y con 15 me mandaron a Suiza a un internado todo el año (eso se merece una gran entrada propia). No se si aquellos constantes viajes influyeron en hacerme un culo inquieto o no pero desde ahí, hasta ahora,  mi vida a sido una constante idas y venidas de carreras, de universidades y de ciudades. Todo, me aburría, todo dejaba de interesarme y necesitaba empezar de cero constantemente. Empecé turismo, empecé derecho, viví en Granada, en Cambridge (Inglaterra, en Budapest, trabajé de profesora de Snowboard, de camarera, de azafata, estudié idiomas, viví en tarifa, en Sotogrande, en San Sebastián, todo esto da para muchas entradas cabecitas locas. 




Era un pájaro libre, soy un pájaro libre, eso no se era, eso se es toda la vida. 




 Hasta que llegué con una beca de estudios a la ultima ciudad de mi vida y conocí a una persona y me quedé embarazada. Y este pájaro se metió de cabeza ilusionado en la que sería la aventura y la liada más grande de su vida. Y este pájaro no se arrepentiría jamás de lo hecho porque tiene el pajarito de colores más bonito y mas alegre que se puede tener. Pero a este pájaro se le cayeron las alas. Y a este pájaro se le acabaron los viajes, las salidas, las quedadas con amigos, se le acabo la libertad. 


Y como no teníamos medios económicos, y como no sabíamos lo que era un embarazo, ni un bebe, nos fuimos a casa de mis suegros, al pueblo, que son buenísimas personas pero no se quien andaba más perdido si ellos conmigo o yo con ellos. Ellos con el bicho raro de gran ciudad o yo con los  euskaldunas de caserío. Creo que deberían inspirarse en nosotros para la secuela de 8 apellidos vascos. Un pija embarazada perdida en el caserío.


Largas noches en el sofá, con la manta eléctrica con mi gran bombo, mi ciática, proponiéndome nombres, vascos, por supuesto, Maitagarri, Gaizkane, Abauntza, Idoibaltzaga… y viendo la tele, en euskera, por supuesto. Y no quita que esta cabecita loca les quiera mucho. 



Decidí que mi pequeña naciera en mi ciudad, por eso de estar cerca de mi familia, y de entender a los médicos y tal J. Que gran cosa eso de un parto, que bonito es el la tele, con esos bebes blanquitos y redondos, con esas mamás sonrientes y felices. No quiero entrar en detalles porque quiero que sigan viniendo bebés al mundo, pero es un susto de la muerte. ESO SI EL SUSTO MÁS MARAVILLOSO DEL MUNDO MUNDIAL. Esta cabecita loca que le salen las palabras de los dedos con tanta facilidad, nunca encontraría las palabras oportunas para describir con precisión lo que es. Fue sin duda es día más feliz de nuestras vidas, el más maravilloso, lo es y lo será siempre. Y si tenerla fue un impulso, si fue un impulso causado por mi enfermedad, si mi niña vino al mundo, por que estoy enferma, estaría enferma una y un millón de veces, porque es la niñ feliz mas, estaraserio. crep oausado por mi enfermedad, y si mi niña vino al mundo, por que estoy enferma, estaraserio. crep oña más feliz, mas bonita, más divertida y más sana del mundo. 


Pero los problemas vinieron después.. Se me hizo muy grande ser madre con todas sus responsabilidades. Los anuncios de la tele no se corresponden con la realidad, los anuncios de pañales no tienen caca que se desborda por todas partes, los de leche no sacan niños desconsolados que les duele la barriga, ni madres gordas llenas de estrías, no se ven pezoneras, ni pechos en carne viva, ni dolores de espalda, los anuncios de jaboncitos, esos que sacan niños con dos dientecitos, no están llorando histéricos pellizcándote de dolor por que les duelen a rabiar los dientes, y las madres no están ojerosas por que llevan semanas sin dormir. Yo pasé un año sin dormir. 

Al año, nos volvimos a vivir con mis suegros por que mi pareja tenía allí trabajo. Y este pájaro borderline, con sus síntomas, problemas para regular las emociones y pensamientos, comportamientos impulsivos e imprudentes, y relaciones inestables con otras personas, explotó y se perdió. 


Y encontré unas vías de escape que no eran las más adecuadas.. no me iba a correr, o al monte, o a hacer maratones, pero en casa solo tenía suegros y lloros, lloros y suegros y discusiones con mi pareja. Y responsabilidades, y este pájaro quería sus alas de vuelta. He necesitado muchísima ayuda con mi niña, muchísima ayuda de mi familia y de la familia de mi pareja y les estaré eternamente agradecida. Pero se que soy buena madre, se que he luchado lo mejor que he podido, se que he atravesado momentos difíciles, pero para una persona que nunca, repito, nunca se ha responsabilizado absolutamente de nada, lo he hecho lo mejor que he podido. 



Ahora, no se si será la medicación, o mirar a mi hija cuando se ríe o cuando duerme o cuando la dejo en la puerta de la guardería, pero si eso son responsabilidades, este pájaro las quiere. Y quiero mis alas, las quiero con ella. Quiero enseñarle a volar conmigo. Quiero enseñarle a tener responsabilidades desde pequeña, pero también a volar, no quiero que nadie nunca le corte las alas.

Este pájaro empieza a trabajar el lunes, mas motivado y con más fuerza que nunca, después de semanas de ingresos, y meses de crisis y de idas y venidas. Me enfrento a ser madre trabajadora borderline y a no morir en el intento, lo haré a conciencia, lo haré poco a poco, lo haré por mi y por mi niña.

Soy y seré pájaro toda la vida, pero soy y seré un pájaro madre, una madre borderline, trabajadora y responsable. 



2 comentarios:

  1. Mucho animo mañana en el trabajo!! Y efectivamente tienes un amor de niña!! Disfrutala!!

    ResponderEliminar
  2. Lo vas a lograr: madre trabajadora borderline. Si tu eres la de la foto. Y esa preciosidad encima de tus hombros es tu hij@, no te puede hacer falta nada más. Ánimo, coraje, y a por la recuperación, sino total, la que se pueda a cada paso. Te puedo asegurar que se logran avances sí confiamos en los médicos, psicólogos, familia y verdaderos amig@s. Nadie más tiene cabida en nuestro pozo, y a la vez les echamos constantemente de nuestro pozo. Pero de pronto un día ves un hilo de luz, más adelante un poco más y después yo he logrado ver la luz, hasta cuándo? No lo se. Sólo se que ahora cuando avanzo, veo.
    Te pasó una dirección que me ayudó a entenderme. "trastornolimite.com" el dilema borderline. Testimonio.
    Te sigo

    ResponderEliminar